Hola queridos/as lectores/as!!! Ayer por la noche me ocurrio una cosa extraña y corriente a la vez, que inspiró este relato. Por eso, cambié completamente los planes para el post que tenía pensado y os dejo esto. Ya sabéis que yo hago relatos de todo (lo dice el título de la sección: "Historias de hoy, ayer, mañana, nunca y siempre".), lo único que quiero es darle la importancia que se le da a un hecho cualquiera cuando se narra bien. Me parece algo original. Bien, disfrutadlo lectorianos/as. By Carmen:D.
"Ya no saben qué inventar"
Recién
empiezo a ver las cosas claras, después de que Batman cayera aplastado por una
titánica pared (qué raro, estaría en baja forma), Superman llega volando. No sé
si es Gotham, Nueva York o Cuartopinoquistán, pero toda la gente que hay por la
calle son armarios de 2
metros de alto y 1 de ancho. Superman se lleva la palma,
con un 2x2 m. (¿habrá algún psicoanalista que albergue deseo mayor que una
lacrimógena confesión del musculitos, frustrado por su deformidad física?).
Bueno, el caso es que Superman ha llegado
volando con Batman inconsciente, supongo que por lo de la pared. Justo en ese
momento, el cielo se tiñe de rojo y, parecido a un trailer para el fin del
mundo, un enorme pedrusco en llamas (meteorito, que lo llama mi profe de
Naturales) aterriza forzosamente en la Gran
Vía de la ciudad. Entonces todo se hace silencio y ruido a la
vez. Batman sigue sopa. La gente corre a refugiarse y llegan las primeras
ambulancias. Se apresuran a montar las camillas plegables. Superman se acerca a
una y le dice a la enfermera: <<Este hombre necesita ayuda>> y deja
a Batman en la camilla. La enfermera lo mira severamente y dice: <<¿Qué
le ha pasado a este hombre?>>. La tensión era semejante a la de un
solitario chicle siendo mascado en la consulta de un dentista en temporada de
caries. <<No lo sé, pero sea lo que sea, yo, Superman, lo
averiguaré>>. Y se va con su rizo cursi ondeando al viento. Siempre me he
preguntado si Superman sabe que lleva los calzoncillos por fuera de las mallas.
Nadie ha dicho que los superhéroes no fueran despistados, pero creo que por
decencia alguien debería explicárselo. Y los daltónicos, ¿ven a Batman de
blanco? ¿Para ellos es “Batman: el caballero claro”?
Pero oye,
Batman, colega, no acapares la seguridad social…Levanta de la camilla que hay
gente que lo necesita más que tú, que se supone que eres un superhéroe. Claro,
tan chulos y luego así nos va. Y es que, aunque tú no lo sepas, de tanta “vida
solitaria” te has vuelto de un egoísmo insoportable. Te lo digo yo, que de eso
entiendo un rato largo.
Entretanto el
pedrusco intergaláctico se ha resquebrajado y ha surgido de él una especie de
Pokémon súper-evolucionado con cabeza de cebolla y pies de aguja. Además
dispara rayos y está compuesto por una sustancia gelatinosa que me está dando
mucha grima. Ahora acaba de llegar Superman y va directo al Pokémon. Intenta
darle puñetazos y tirarlo al suelo. Creo que no ha captado bien la idea de que
el Pokémon extraterrestre no es un boxeador. A Superman lo alcanza uno de esos
rayos a la parrilla y lo manda a freir espárragos. Estoy empezando a plantearme
la heroicidad de los héroes.
El bicho
sigue disparando a velocidad vertiginosa y sin apuntar. <<Ziuuun,
ziuuun>>. La gente grita sin parar. La ciudad es escoria. << Les
habla Peter Jones, narrando lo que pueden ser los últimos minutos de nuestra
bonita civilización. Con ustedes, el comandante Wells. Díganos comandante: ¿Por
qué nuestros misiles no consiguen frenar a ese monstruo?>>. <<
Bien, debo decirle que…>>
Pero no dice
nada porque la explosión de varios coches y la calcinación instantánea de sus
ocupantes a pocos metros de aquí hace que el pavor y el humo se asienten más en
la escena. Los misiles no hacen nada. Wells dice:<<Dios mío>> con
el terror sembrado en la cara. Entonces lo veo todo negro por unos momentos y
luego vuelvo a la ciudad. No se muy bien a cuento de qué viene eso, pero pasa
muchas veces.
Los
acontecimientos se precipitan. Batman sale de sus mundos de Yupi y, sin un gracias
ni nada, se va a su Batloqueseaparavolar. Superman vuelva al ataque contra el
bicho con la misma técnica (¿quién dijo aquello de “El hombre es el único
animal que tropieza dos veces con la misma piedra”?) justo cuando aparece en la
calle una procesión de gente indignada (y un poco chamuscada) que llevan pancartas
y gritan:<< ¡No al asesinato del Pokémon super-evolucionado! ¡También es
un ser con sentimientos! ¡Superman: Alienicida!>> Y Superman murmulla:
<<Oh no, ese mounstruo monstruoso les ha lavado el cerebro>>
(En realidad
esto último no ha pasado, pero me parecía que podía ser una de las opciones de
acción.)
Superman,
cabreado con el bicho dice, con voz lastimera: <<Sea lo que sea esa cosa,
acabaré con ella>> Pero de repente llegan varios pedruscos más y salen
otras dos cosas. Y otra más. Y, ¡anda! otras dos cosas más. ¿Superman, que tal
vas en materia de autoestima?
****************************************************
Nuestro fiel
Peter Jones nos da el parte:<< Tras varias horas de asalto
extraterrestre, nos informan de que artefactos semejantes han aterrizado en
todo el mundo>>
La ciudad
está devastada. La gente se esconde de las “cosas” tras las ruinas de los
edificios. El pánico ha cundido. Hay humo y hollín por todas partes. Batman y
Superman se van ahora con viento fresco. Se ve que en sus planes no está
quedarse a salvar a la gente. No los culpemos. Hasta ahora está siendo como si
Dalí se hubiera metido a cineasta.
B & S
llegan a una de esas bases estadounidenses de película, anclada en la nieve.
Superman se adelanta y empieza a dar golpes a una gran plancha de metal que
hace las veces de puerta. Batman, diligente y servicial al Estado, le dice:
<<Espera Supermán, eso es patrimonio gubernamental y no podemos
entrar>>. Yo me sigo preguntando: ¿Para qué narices sirven los superhéroes?
Superman no
hace ni caso y acaba de romper la puerta. Pasamos al interior de la estancia.
Tiene muchas máquinas y en el centro hay un cuerpo verde sujeto por ganchos.
Superman libera al Verduras y dice <<He venido aquí porque él se ha comunicado
telepáticamente conmigo. Es el último marciano, que vino a avisarnos del
peligro que corríamos, pero le capturaron. Ahora es nuestra última esperanza.>>
<<Y yo
me llamo Batman>>. (Lo de Batman tampoco ha pasado pero me lleva a una
reflexión aparte: ¿Cómo es el día a día de los superhéroes?)
¿Irá Batman a
comprar el pan por la mañana y los viejecitos del parque le dirán: <<Pero
qué bien te veo jovenzuelo, eres clavadito a tu padre>>? ¿Coincidirán
Spiderman y su archienemigo en el metro y charlarán alegremente del partido de
anoche? ¿Harán reuniones de superhéroes del tipo de:<<Hoy, convención de
Mans>>?
<<Hola
Super, ¿qué tal tus padres?¿Les gustó el pastel típico de Gotham?>>
<<Sí,
sí, delicioso. Y qué, ¿ya arregló Iron la armadura? Le va a salir por un ojo de
la cara…>>
<<Bueno,
mejor que yo, que me derrito dentro de este traje…No, si quién me mandaría a mi
meterme a superhéroe…>>
<<Tu
siempre tan pesimista, Spider>>
Bien,
retomamos mi narración. Después de lo de << …nuestra última
esperanza…>> todos ponen cara de circunstancias, como si se hubieran dado
cuenta de que hablan con diálogo de besugos, y la visión que tengo de las cosas
se va alejando verticalmente. Los veo allí a los tres, Batman, Superman y el
Verduras, de pie y quietos. Empiezo a recordar cosas. Tengo algo entre las
manos. Está húmedo pero no se lo que es porque aún estoy a medio camino. Sigo
viendo algo. Ahora parece que las cosas son en 3D y varias figuras humanas
aparecen. Seguimos con el patrón del armario. Batman, Superman, la Chica Halcón, ese que corre
súper rápido, el del anillo de color verde, la amazona esa y el Verduras. Ahora
pone <<La liga de la Justicia.
Continuara>>.
Ya me he dado
cuenta de qué es lo húmedo. Es mi cepillo de dientes, que chorrea de la espuma
del dentífrico. Así que era eso, me había quedado aplatanada delante de la
tele…si es que ahora hacen cada serie…y eso que era un canal infantil…desde
luego. Psé, la Liga
de la Justicia. Ya
no saben que inventar.
PUNTO Y FINAL
Jopé, Carmen, nunca se me hubiese pasado por la cabeza si Supermán sabe que lleva los calzoncillos por fuera de las medias o si los daltónicos ven a Batman blanco. :):):):):)
ResponderEliminarSigue, así. Eres única.
Esther.
Jo, que detallazo n_n. Bueno, tampoco tiene mucho mérito pensar que a ver si Supermán sabe que lleva los calzoncillos por fuera de las mallas....es más bien una estupidez, pero de estupideces viven muchos, no?
EliminarFelicidades, eres la lectoriana nº1 en manifestarte en mi blog en su segunda temporada. Te acabas de ganar 5 barritas de prestigio y respeto, disfruta de ellas y be happy que el mundo se nos acaba (rectifico: nos lo estamos acabando, que hay diferencia).