lunes, 10 de septiembre de 2012

"Ya no saben que inventar"

Hola queridos/as lectores/as!!! Ayer por la noche me ocurrio una cosa extraña y corriente a la vez, que inspiró este relato. Por eso, cambié completamente los planes para el post que tenía pensado y os dejo esto. Ya sabéis que yo hago relatos de todo (lo dice el título de la sección: "Historias de hoy, ayer, mañana, nunca y siempre".), lo único que quiero es darle la importancia que se le da a un hecho cualquiera cuando se narra bien. Me parece algo original. Bien, disfrutadlo lectorianos/as. By Carmen:D.

"Ya no saben qué inventar"


Recién empiezo a ver las cosas claras, después de que Batman cayera aplastado por una titánica pared (qué raro, estaría en baja forma), Superman llega volando. No sé si es Gotham, Nueva York o Cuartopinoquistán, pero toda la gente que hay por la calle son armarios de 2 metros de alto y 1 de ancho. Superman se lleva la palma, con un 2x2 m. (¿habrá algún psicoanalista que albergue deseo mayor que una lacrimógena confesión del musculitos, frustrado por su deformidad física?).

    Bueno, el caso es que Superman ha llegado volando con Batman inconsciente, supongo que por lo de la pared. Justo en ese momento, el cielo se tiñe de rojo y, parecido a un trailer para el fin del mundo, un enorme pedrusco en llamas (meteorito, que lo llama mi profe de Naturales) aterriza forzosamente en la Gran Vía de la ciudad. Entonces todo se hace silencio y ruido a la vez. Batman sigue sopa. La gente corre a refugiarse y llegan las primeras ambulancias. Se apresuran a montar las camillas plegables. Superman se acerca a una y le dice a la enfermera: <<Este hombre necesita ayuda>> y deja a Batman en la camilla. La enfermera lo mira severamente y dice: <<¿Qué le ha pasado a este hombre?>>. La tensión era semejante a la de un solitario chicle siendo mascado en la consulta de un dentista en temporada de caries. <<No lo sé, pero sea lo que sea, yo, Superman, lo averiguaré>>. Y se va con su rizo cursi ondeando al viento. Siempre me he preguntado si Superman sabe que lleva los calzoncillos por fuera de las mallas. Nadie ha dicho que los superhéroes no fueran despistados, pero creo que por decencia alguien debería explicárselo. Y los daltónicos, ¿ven a Batman de blanco? ¿Para ellos es “Batman: el caballero claro”?


Pero oye, Batman, colega, no acapares la seguridad social…Levanta de la camilla que hay gente que lo necesita más que tú, que se supone que eres un superhéroe. Claro, tan chulos y luego así nos va. Y es que, aunque tú no lo sepas, de tanta “vida solitaria” te has vuelto de un egoísmo insoportable. Te lo digo yo, que de eso entiendo un rato largo.

Entretanto el pedrusco intergaláctico se ha resquebrajado y ha surgido de él una especie de Pokémon súper-evolucionado con cabeza de cebolla y pies de aguja. Además dispara rayos y está compuesto por una sustancia gelatinosa que me está dando mucha grima. Ahora acaba de llegar Superman y va directo al Pokémon. Intenta darle puñetazos y tirarlo al suelo. Creo que no ha captado bien la idea de que el Pokémon extraterrestre no es un boxeador. A Superman lo alcanza uno de esos rayos a la parrilla y lo manda a freir espárragos. Estoy empezando a plantearme la heroicidad de los héroes.
El bicho sigue disparando a velocidad vertiginosa y sin apuntar. <<Ziuuun, ziuuun>>. La gente grita sin parar. La ciudad es escoria. << Les habla Peter Jones, narrando lo que pueden ser los últimos minutos de nuestra bonita civilización. Con ustedes, el comandante Wells. Díganos comandante: ¿Por qué nuestros misiles no consiguen frenar a ese monstruo?>>. << Bien, debo decirle que…>>
Pero no dice nada porque la explosión de varios coches y la calcinación instantánea de sus ocupantes a pocos metros de aquí hace que el pavor y el humo se asienten más en la escena. Los misiles no hacen nada. Wells dice:<<Dios mío>> con el terror sembrado en la cara. Entonces lo veo todo negro por unos momentos y luego vuelvo a la ciudad. No se muy bien a cuento de qué viene eso, pero pasa muchas veces.

Los acontecimientos se precipitan. Batman sale de sus mundos de Yupi y, sin un gracias ni nada, se va a su Batloqueseaparavolar. Superman vuelva al ataque contra el bicho con la misma técnica (¿quién dijo aquello de “El hombre es el único animal que tropieza dos veces con la misma piedra”?) justo cuando aparece en la calle una procesión de gente indignada (y un poco chamuscada) que llevan pancartas y gritan:<< ¡No al asesinato del Pokémon super-evolucionado! ¡También es un ser con sentimientos! ¡Superman: Alienicida!>> Y Superman murmulla: <<Oh no, ese mounstruo monstruoso les ha lavado el cerebro>>

(En realidad esto último no ha pasado, pero me parecía que podía ser una de las opciones de acción.)

Superman, cabreado con el bicho dice, con voz lastimera: <<Sea lo que sea esa cosa, acabaré con ella>> Pero de repente llegan varios pedruscos más y salen otras dos cosas. Y otra más. Y, ¡anda! otras dos cosas más. ¿Superman, que tal vas en materia de autoestima?
                                          ****************************************************

Nuestro fiel Peter Jones nos da el parte:<< Tras varias horas de asalto extraterrestre, nos informan de que artefactos semejantes han aterrizado en todo el mundo>>
La ciudad está devastada. La gente se esconde de las “cosas” tras las ruinas de los edificios. El pánico ha cundido. Hay humo y hollín por todas partes. Batman y Superman se van ahora con viento fresco. Se ve que en sus planes no está quedarse a salvar a la gente. No los culpemos. Hasta ahora está siendo como si Dalí se hubiera metido a cineasta.

B & S llegan a una de esas bases estadounidenses de película, anclada en la nieve. Superman se adelanta y empieza a dar golpes a una gran plancha de metal que hace las veces de puerta. Batman, diligente y servicial al Estado, le dice: <<Espera Supermán, eso es patrimonio gubernamental y no podemos entrar>>. Yo me sigo preguntando: ¿Para qué narices sirven los superhéroes?
Superman no hace ni caso y acaba de romper la puerta. Pasamos al interior de la estancia. Tiene muchas máquinas y en el centro hay un cuerpo verde sujeto por ganchos. Superman libera al Verduras y dice <<He venido aquí porque él se ha comunicado telepáticamente conmigo. Es el último marciano, que vino a avisarnos del peligro que corríamos, pero le capturaron. Ahora es nuestra última esperanza.>>
<<Y yo me llamo Batman>>. (Lo de Batman tampoco ha pasado pero me lleva a una reflexión aparte: ¿Cómo es el día a día de los superhéroes?)
¿Irá Batman a comprar el pan por la mañana y los viejecitos del parque le dirán: <<Pero qué bien te veo jovenzuelo, eres clavadito a tu padre>>? ¿Coincidirán Spiderman y su archienemigo en el metro y charlarán alegremente del partido de anoche? ¿Harán reuniones de superhéroes del tipo de:<<Hoy, convención de Mans>>?
<<Hola Super, ¿qué tal tus padres?¿Les gustó el pastel típico de Gotham?>>
<<Sí, sí, delicioso. Y qué, ¿ya arregló Iron la armadura? Le va a salir por un ojo de la cara…>>
<<Bueno, mejor que yo, que me derrito dentro de este traje…No, si quién me mandaría a mi meterme a superhéroe…>>
<<Tu siempre tan pesimista, Spider>>

Bien, retomamos mi narración. Después de lo de << …nuestra última esperanza…>> todos ponen cara de circunstancias, como si se hubieran dado cuenta de que hablan con diálogo de besugos, y la visión que tengo de las cosas se va alejando verticalmente. Los veo allí a los tres, Batman, Superman y el Verduras, de pie y quietos. Empiezo a recordar cosas. Tengo algo entre las manos. Está húmedo pero no se lo que es porque aún estoy a medio camino. Sigo viendo algo. Ahora parece que las cosas son en 3D y varias figuras humanas aparecen. Seguimos con el patrón del armario. Batman, Superman, la Chica Halcón, ese que corre súper rápido, el del anillo de color verde, la amazona esa y el Verduras. Ahora pone <<La liga de la Justicia. Continuara>>.

Ya me he dado cuenta de qué es lo húmedo. Es mi cepillo de dientes, que chorrea de la espuma del dentífrico. Así que era eso, me había quedado aplatanada delante de la tele…si es que ahora hacen cada serie…y eso que era un canal infantil…desde luego. Psé, la Liga de la Justicia. Ya no saben que inventar.


                                                          PUNTO Y FINAL

2 comentarios:

  1. Jopé, Carmen, nunca se me hubiese pasado por la cabeza si Supermán sabe que lleva los calzoncillos por fuera de las medias o si los daltónicos ven a Batman blanco. :):):):):)

    Sigue, así. Eres única.

    Esther.

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    Respuestas
    1. Jo, que detallazo n_n. Bueno, tampoco tiene mucho mérito pensar que a ver si Supermán sabe que lleva los calzoncillos por fuera de las mallas....es más bien una estupidez, pero de estupideces viven muchos, no?
      Felicidades, eres la lectoriana nº1 en manifestarte en mi blog en su segunda temporada. Te acabas de ganar 5 barritas de prestigio y respeto, disfruta de ellas y be happy que el mundo se nos acaba (rectifico: nos lo estamos acabando, que hay diferencia).

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